INFIDELIDAD FINANCIERA
El dinero es un
tema de conflicto en las relaciones de pareja. Está comprobado que pelear
acerca del dinero es, en cada vez más casos, un detonante de fracturas en la
dinámica de pareja. Cuando escuchamos la palabra infidelidad pensamos
inmediatamente en un romance extramarital, pero ¿qué viene a tu mente cuando se
habla de infidelidad financiera? Es un engaño que puede manifestarse de
distintas maneras, desde algo aparentemente inofensivo como ocultar una compra
o algo mucho más significativo como negar un bien o una cuenta bancaria. Se
refiere a las mentiras o secretos que uno de los dos guarda respecto a las
decisiones que toma con su dinero.
Admitir que se
está siendo infiel con las finanzas no es sencillo, pues cuando uno acuerda
compartir el dinero que se gana con la pareja, también se acepta la cooperación
y la transparencia del manejo y la
administración del mismo, pero los engaños destruyen la promesa implícita de
ayudarse y compartirse mutuamente.
Hay quienes
solicitan a la empresa en la que laboran que desvíen un porcentaje de su
salario a otra cuenta para que el cheque llegue con la cantidad justa y sin
evidencias, o quienes mantienen alguna tarjeta de ahorros secreta o que no son
honestos respecto a cuánto adeudan a tarjetas de crédito, también los que
compran con las tarjetas de otros para luego ir pagando secretamente.
Una de las
causas que fomentan esta clase de deslealtades es la facilidad con la que en
nuestros días se puede esconder el dinero. La era digital permite que no haya
rastros de papel que dejen evidencia de estados de cuenta, facturas o recibos
que pueden ser enviados por correo electrónico de manera muy subterránea. En
otros casos son las ideas de que el otro no tiene que saber cuánto se gana, ni
qué propiedades tiene, pues es una mentalidad heredada de los padres.
Suele suceder
que los enamorados evitan hablar de temas de dinero por pensar que es poco romántico,
con este conjunto de creencias se llegan a desencadenar emociones de culpa por
no decir lo que ocurre, vergüenza o miedo a que el otro se entere de los
manejos y con todo ello se aproximan al
precipicio en donde se pone en riesgo no solo la estabilidad de la relación
sino el patrimonio de la familia y la educación de los hijos.
La traición
financiera desmorona la confianza y fragiliza el vínculo amoroso llegando a
destruir la relación, incluso afecta a los cónyuges a más largo plazo que la
infidelidad sexual ¿Qué se puede hacer para remediar esta situación?
1.Enfrenta tu miedo a ser juzgado
por tus decisiones financieras. Es mejor un incómodo momento de confrontación
que una interminable y estresante cadena de mentiras.
2. Despídete de la idea de unas
finanzas privadas.
3. Acepta que tomará tiempo y
acciones reconstruir la confianza de tu pareja. Ten paciencia.
4. Siéntese juntos a realizar un
presupuesto de gastos, deudas e ingresos. Vivan la sensación de transparencia.
5. Tracen metas financieras y
apéguense a ellas.
6. Revisa si el estilo de vida que
te das corresponde con lo que generas. Sé realista.
7. Define si mientes
financieramente para cubrir una adicción (alcohol, adicción a drogas o
medicamentos) o por miedo a lo que piense tu pareja.
8. Observa cómo manejan los
dineros los padres de ella o de él, pues es común que se hereden hábitos
financieros.
9. Acuerden una cita mensual a
solas mientras cenan o desayunan para hablar de finanzas y tomar decisiones.
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