LAS DOS CARAS DE LA NAVIDAD: SÍNDROME ESTACIONAL AFECTIVO.
¡Quién lo creería? sentir tristeza durante estas fechas o aborrecer la Navidad es cada vez más frecuente y es que el último mes del año supone un duelo, termina un ciclo y eso aporta una carga emocional intensa, de ahí que aumenten los casos de consulta por depresión o las urgencias psicológicas por amenazas o intentos de suicidios. Se suele hacer un balance sobre los éxitos, los fracasos o las pérdidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la prevalencia de depresión en América Latina se encuentra entre el 5 y el 19 por ciento de la población.
Puede tratarse de una asajera y hasta disfrutable si la melancolizamos poniendo músi- ca nostálgica y acercando la caja de pañuelos, pero no es para nada apetecible para quienes desarrollan propiamente el Síndrome Estacional Afectivo, que se trata de un ‘bajón’ anímico que no está relacionado con viejas memorias o con acontecimientos altamente emocionales sus causas son más fisiológicas y generan malestar psicológico y hasta físico.
Se suele confundir la depresión con un trastorno estacional afectivo. La primera se trata de sínto- mas que afectan al cerebro y a la forma de pensar o de percibir lo que en realidad ocurre, es la forma de sufrimiento mental más.
común a nivel mundial y hay que ponerle cuidado cuando persiste, pues perjudica las esferas personales, laborales, sociales y cognitivas a tal grado que los afectados dejan de ser funcionales, pues tienen síntomas severos de cansancio, sensación de abandono, no disfrutan, sienten que no valen nada, se aíslan, no tienen ánimo de hacer sus deberes, su sueño se altera al dormir mucho o no poder conciliar o mantener el sueño, suben o bajan de peso, lo que los incapacita para llevar una vida equilibrada.
EL SÍNDROME ESTACIONAL AFECTIVO (SEA)
En cambio una persona deprimida solo durante el otoño-invierno puede estar produciendo menos serotonina debido a la falta de luz que al ser percibida por el ojo activa nuestro reloj endógeno (el núcleo supraquiasmático) y una serie de circuitos comprometidos con ciclos biológicos que desencadena la producción de melatonina. Todo ello relacionado con el control de las emociones y que es indispensable para mantener el buen humor, pues los niveles ba- jos de esta hormona en el cerebro se asocian a la depresión. Al haber más horas de oscuridad durante esta época del año algunas perso- nas aumentan sus niveles de me- latonina y se deprimen. No debes preocuparte demasiado si eres menor de 20 años, el SEA es más común en mujeres entre los 20 y los 30 años y no se presenta más que en seis de cada 100 pacientes.
Ejercicios Para Superar el SEA
Como especialista en psicoterapia cognitivo conductual te presento algunos ejercicios que basados en la psicología pueden ayudarte a superar este transitorio malestar:
- Escribe una historia concreta de por lo menos 300 palabras en donde se muestre lo mejor de ti mism@ y narres cómo utilizaste tus mejores rasgos de personalidad en situaciones específicas. (Prohibido incluir rasgos negativos, pues no son requeridos para esta tarea).
- Recurre a la fototerapia. *Exponte a la luz natural disfrutando una caminata por las calles de tu ciudad, tal vez tomando fotoso compartiendo conversación con alguien. Instala lámparas que simulen luz natural por 30 o 40 minutos diariamente, elige un rinconcito agradable de tu casa donde te sientes a disfrutar de ese momento.
- No es recomendable negar quete encuentras down, debes pedir ayuda, hoy por ti mañana por mí.
- Ocúpate más en fortalecer tus habilidades y ponlas a trabajar,dar más de ti a los demás te hará descubrir de qué estás hecho yte producirá una sensación de bienestar única.
- Estimula tu pensamiento positivo y como regla, no te permitas el pesimismo. Piensa en que algo bueno saldrá de todo lo vivido y experimentado.
- Cultiva tres actitudes concretas en tu diario proceder: placer, compromiso y el sentido de lo que haces.
- Realiza actividades que te provoquen contactar con sanas formas de placer como el ejercicio, el ahorro, la sonrisa, la productividad, trazarte objetivos. Lleva a cabo acciones que impliquen comprometerte, es decir, asume on rigor un plan y no te desdigas de esa meta, anuncia a los demás qué es aquello que te has propuesto cumplir como una forma de motivación aversiva. Pregúntate ¿para qué haces aquella cosa, o para qué emprender aquella otra acción? Cuestionarte siempre los “para qué” logrará estimular tu cerebro para encontrar y promover el sentido de la vida, logrando ahuyentar los vacíos generados por el sin sentido o por el actuar de manera automática.
- Regula tus emociones. No las dejes desbordarse “como Pedro por su casa”. Si estás enojado retírate unos instantes y vívelo pero jamás niegues que lo estás.
- Hazte cargo de pasarla bien, no dejes tu felicidad en manos de otra persona.
- Ante un momento desagradable como la presencia de alguien indeseable o ante un comentario mal intencionado contra ti puedes ayudarte realizando lo que los psicólogos llamamos un despliegue atencional, esto es, que deposites tu atención en cualquier otra cosa que pueda aportar vivencias placenteras como conectar miradas con tus personas queridas, evocar pensamientos positivos de cualquier tipo, crear una fantasía imaginaria de la persona ofensora haciendo algo chusco o chistoso.
- Relaja tu rostro y tu cuerpo para modular tu respuesta emocional, esto te preparará para que de presentarse algún incidente ofensivo o promotor de conflicto tú no te enganches con él fácilmente.
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