Pasión y matrimonio. Amigos o rivales.
La pasión o la
domesticidad de la relación es el motivo que desestabiliza a las parejas de
hoy. ¿Cómo combinar el jugueteo sexual, los encuentros espontáneos con el pesar
que implica la vida doméstica?. Con frecuencia se hace necesario preguntar a
las parejas que me consultan en terapia ¿cada cuanto tiempo tienen intimidad
sexual ustedes? Las miradas uno al otro declaran una ausencia de contacto sexual,
una pena, una preocupación. Encontrar
tiempo para agregar esa chispa y dejar salir al eros es uno de los generadores más
frecuentes de conflicto, con lo cual sobreviene el alejamiento en la relación y
la temida infidelidad. Hay parejas para quienes el sexo está en el último lugar
de prioridades y pueden durar hasta meses sin regalarse contacto físico, cuando
el promedio de encuentros sexuales es de 3 o 4 veces por semana según la
inteligencia erótica de la propia pareja.
Hay un gran número
de ellas que luchan contra las amenazas que desequilibran su relación. Otras no
luchan solo se duelen, o se quejan con la amiga o simplemente esperan que pase
algo que resuelva por si solo el enfriamiento y es que la rutina puede infectar
al matrimonio y congelar la pasión, por lo cual es necesario conocer el
antídoto – la inteligencia erótica- para
evitar que el deseo y el compromiso de una relación estable se vuelvan
enemigos.
Muchos de los casos de apatía sexual que atiendo, muestran una falta
de concentración al momento de la intimidad, cuando perdemos concentración
olvidamos re-conocer la suavidad de la piel, la temperatura o la textura de
ciertas zonas y a veces hasta ignoramos
ciertos espacios que jamás tocamos. Estamos tan estresados, acostumbrados o tan
distraídos que no nos damos la
oportunidad de mirar con morbo aquellos espacios porque no nos dejamos
sorprender por la humedad, la firmeza o la flexibilidad del cuerpo del otro.
Esto es energía erótica, mirar con atención, tocar con detenimiento, explorar con
curiosidad e intentar descubrir siempre una nueva sensación con tu pareja; pero
si no estamos vitalizados, si tu peso te tiene inconforme, si no has conseguido
ningún logro que te haga sentir reconocido o si tu salud física está deficiente, difícilmente podrás sentirte conectado
contigo mismo y mucho menos con entusiasmo ni disposición para sintonizarte con
el otro. Es necesario promover el estar mentalmente desintoxicados para lograr ser creativos y no
monótonos a la hora de entregarnos al contacto sexual, estar ahí sin pensar en
nada mas que recibir y dar placer en ese momento.
Pero a veces lo
que falla es la falta de espacios a solas para los encuentros, principalmente
cuando la familia tiene niños pequeños, cuando el temor de ser sorprendidos nos
enfría o cuando no contamos con un
espacio íntimo no se logra esa entrega y desinhibición necesarias para viajar libres en la
experiencia de sentir.
Cuando las
parejas creen que el otro les pertenece,
cuando se permiten sentir totalmente seguros de que su pareja “ya está ahí” causan
que disminuya el estimulo de la conquista tan necesario para prender la llama y
lastimosamente se apaga el misterio, y es que ¿Quién quiere cortejar lo que
cree ya es suyo?
Despierta tu
inteligencia erótica con los siguientes tips:
- Cuida tu independencia. Sábete a cargo de ti mismo.
- Ten presente que el sexo no comienza en la cama.
- Mantén presente el misterio, no seas tan obvio, sorprende.
- Erotiza al otro mostrándote saludable, apetecible, dispuesto.
- Dale al sexo el lugar que merece, ponlo en tu lista de prioridades.
- Estimula tu sentido del tacto y del olfato. Has sexo a oscuras, a ciegas.
- Besa. Besa despacio, comunica en silencio.
- Percibe su temperatura, distingue el sabor de su aliento
- Vuélvete un atleta sexual, no un enfermo de sexo.
- Practica el auto cuidado de tus dientes, el aroma y tersura de tus pies, tu digestión, tu aliento, tu higiene corporal y el aroma y aspecto de tu cabello.
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