EMPEZAR DE NUEVO NO SIGNIFICA EMPEZAR DE CERO



En días recientes ha crecido la angustia por el devenir en la población Mexicana ante la gran crisis económica y política. A nivel global flota en el aire una gran incertidumbre respecto a los hechos políticos que parecen perfilar un caos. Cada vez que tenemos que atravesar por una experiencia nueva, cuando no hay más remedio que enfrentar el  cambio tendemos a entrar en pánico o a resistirnos abiertamente a él mostrándonos hostiles o sensibles. Los mexicanos estamos en crisis porque nos damos cuenta que lo que hasta ayer  habíamos pensado, sentido o  creído se ha tambaleado y deja de sostenernos, no podemos negar que nos ha pegado duro al tan común sentido paternalista. Estamos en un punto de inestabilidad, nos sentimos en arenas movedizas.  ¿Estamos atascados sin salida o éste desequilibrio será nuestra potente palanca para impulsarnos hacia el desarrollo y la autonomía nacional?
El mundo está convulsionando, está cambiando en todos los sentidos pero ¿cómo enfrentamos la adversidad los mexicanos? ¿Mostrarnos impactados funcionará? ¿Asumirnos apabullados nos llevará en alguna dirección segura? Para entender el cambio nosotros  debemos transformarnos junto con él.  Es fácil dejarnos llevar por la tentación de la queja ante lo que no sabemos manejar y entrar en un ciclo de 24 horas de pesimismo, especulación  y lamentación. No obstante has de saber frenar el pánico colectivo que más bien parece imitar el estilo hollywoodense del mismo Trump.
Al escuchar la palabra “crisis” suelen surgir ideas negativas que detonan emociones defensivas como el miedo, el enojo o la frustración y esa postura irreflexiva y automática nos impide entender la importancia que dicho concepto posee como parte fundamental de todo proceso de crecimiento humano: la oportunidad que encierra la crisis.
Para aquellos que se encuentran en el camino de “reinventarse” la crisis está lejos de ser algo indeseable,  no se concibe como una amenaza  sino como una oportunidad  para sacar el material almacenado creando soluciones o alternativas ante las nuevas circunstancias. Los cambios nos forzan invariablemente a salir de nuestra zona de confort, eso nos empuja a replantear nuestras actitudes a veces sumamente dependientes o paternalistas y nos encauza a fortalecer nuestra autonomía para generar y producir logros. El cambio es nuestro mejor aliado, a fluir con él¡
Si tu idea de crisis es limitante, muy seguramente tenderas a evitarlas cuando la enfrentes  generando con tu posterga un problema más grande del que inicialmente tenías.  En cambio si eres de los que viven las crisis con un enfoque más potenciador, ésta puede llevarte a una renovación, a una actualización de tus habilidades ampliando tu capacidad para gestionar lo que definitivamente no esté en tus manos evitar.
Los mexicanos tenemos la urgente necesidad de renovarnos, aprovechemos este revés para hacer demoliciones  profundas de lo que ya no puede sostenernos. Este cambio radical será sin duda y de ser bien gestionado una gran obra de transformación personal y nacional.
Como dicen los boxeadores “siempre es mejor dar que recibir” así que ha rascarnos con las propias uñas, a descubrir los propios recursos y a desarrollar nuevas habilidades. Seamos emprendedores arriesgados de  nuevas condiciones de vida, tenemos que empezar a construir otra vez y eso implicará que echemos un vistazo a con qué  y con quienes contamos, estamos a punto de fracturar el malinchismo y cohesionar nuestros esfuerzos para duplicar resultados.
Qué cualidades habrá que poner en marcha para poder reconducir y reajustar nuestra vida:
1.     Flexibilidad para adaptarnos a nuevas condiciones
2.     Renunciar a la vieja identidad, cerrar un ciclo
3.     Paciencia para convivir con la incertidumbre
4.     Creatividad  para hacer las cosas de otra manera
5.     Templanza para aceptar la realidad mientras lo desconocido pasa a ser familiar
6.     Disposición para fluir en el nuevo rodaje
7.     Sacar a la luz la experiencia acumulada.
8.     Confianza en ti  mismo y confiar en los demás basados en que la evolución ha sido siempre comprobable
9.     Aportar más de ti.
10.  Pon límites al pesimista. Aléjate del amarillismo.

Recuerda que la realidad siempre tiene dos caras, no todo es oscuro e irremediable. Te toca descubrir el lado claro que forma parte de la realidad.

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